4.10.2008

..para tí, Soledad..


Soledad que llevas su nombre
grabado en la espalda, justo entre tus dos
hermosas alas bordadas de llanto y pesadas de sal.
Probaste volar queriendo alejar todo mal y no ha resultado,
mi querida amiga, pues te acercaste en demasía al Astro Sol
y te desplomaste cual Ícaro al mar.

Ay Soledad, ¿que sentiste al nadar por entre
los recuerdos líquidos de sus sonrisas y sus desconciertos?
¿Captaste acaso el mensaje embotellado,
cristalizado en las nubes de oro macizo?
Perdonarás que lo dude, mas sé que es verdad.

Descubriste en la luna del reflejo añil
un pesar inclusive más grande que el que tus sueños
cálidos y primaverales te hicieron cargar.

¿Comprendes, señora, mi teoría del dolor?
Bien sabes ahora el color de este sentir,
pues has entendido mejor que nadie lo difícil
que es mentir en pos de una verdad que jamás existirá.
Sólo por eso te permitiré vivir, siendo que en el presente
nada ha cambiado, tan solo la certera presencia de tí.

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