Todavía aguanto, lo sé. Hoy me renacieron las fuerzas, las ganas y la voluntad.
Pude verte a los ojos y sentir que podía seguir viviendo con esto dentro, sin decirlo, sin jamás decirlo.
Puedo llorar tan libre como quiera, pues al volar ya fuera de la jaula de terror que me encerraba,
las lágrimas que nacen del valle de mis ojos pueden secarse y desaparecer.
Con cuidado quise hacerlo todo, pero me falló el cálculo, te falló la dulzura, pues la dejaste escapar
por entre una hendidura de tu corazón alejado y me llegó tan fuerte como un choque de estrellas.
Cómo te quiero, cómo te entiendo...mas no sé si me entiendas tú.
Que más quisiera que lo supieras...todo, todo, y lo comprendieras.
Viendo el cielo, el atardecer y un árbol, tuve una revelación al escucharte.
Este amor es mío y sólo mío, pero es por tí, y para tí. Pero es mío.
Si lo quieres, te lo entrego al igual que todo lo que tengo,
pues no puedo dejarte, no puedo quedarme sin tí.
Lo he aceptado desde hace tiempo, a pesar de que me tienes a tu lado incondicionalmente no recurrirrás a mí.
...la realidad es más grande que mi fantasía, pero es más débil que esta pasión,
y no cederé el lugar que me has dado, pues mi trabajo me ha costado.
Querido niño, eres tan vulnerable en tu interior, yo juro que no permitiré que te sientas solo,
nunca en mi vida, jamás durante mi amor.
Recogeré tus pedazos y los uniré tiernamente, acogeré tus tristezas y las pegaré a mi dolor.
Corazón, hermoso ser corroído por la soledad, toma lo que quieras de mí,
no me importa que mientas, ni lo que no sientas.
No me engañarás, yo apreciaré tus intentos. No me ganarás, aquí estaré hasta el final de mi tiempo.
Entiende que junto a tí soy más yo que dentro de mí. Sólo guíame. Alumbra mi camino.
Falsedad no existirá en estos lazos que nos unen, partiendo del centro del universo
podré soportar lo que venga sobre tí. Eres para siempre, soy para siempre, y soy para tí.
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