3.10.2007
..lluvia de Marzo..
Sentada en el buró que acompaña a mi cama, me distraigo viendo pasar al silencio por debajo de mi ventana. El cielo quiso llorar, por eso no he podido salir a caminar para distraerme la vida, a dispersar por un rato la revolución que estalló justo ayer en mi cabeza. Y es que no supe que hacer en ese breve instante en que murió mi razón y el corazón le usurpó el mandato a lo que quedaba de la prudencia y sensatez, mientras que mi cordura lloraba la pérdida que yo no supe sentir, totalmente distraída.
¿Por qué apareció ahi? ¿Por qué yo y por qué a mí? Quien sea le haya dicho que podía ponerme a prueba se ha ganado mi más sentido aborrecimiento.
Gracias Mala Hora por visitarme de nuevo, gracias de todo corazón. Ya sabías que no podía vivir sin tenerlo a mi lado, ora cerca o a tres mil leguas y aún así te le acercaste y con lengua afilada apuñalaste todo deseo que él tuviera por mí. ¡Lo mataste! y entre sus brazos inertes te llevaste a mi alma.
Ahora sola, pienso que todo pudo haber sido. ¡Qué maravilloso mundo me había inventado! Y si el hubiera fuese él sería...
...Pero la respuesta fue "No". Se extinguió la llama que alimentaba el fulgor de mi esperanza, no sin antes reducir a cenizas blancas todo lo que soné. Pasé frío y dolor porque ya no tenía donde resguardarme de la álgida realidad. Que pena sentí, que desasosiego tan inmenso...Lloré por él, por mí, por el nosotros que nunca fue ni será... Y sólo me quedó un recuerdo triste de sabor agridulce, y la certidumbre de una sola ocasión. Hoy llovió.
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