2.24.2009
Beso al descaro
Las manos que se posan y el aliento que me roza,
inquietudes asentadas al fondo de mi vientre
y en la punta de mis dedos se queda el osar.
Labios pecadores, tornasol de mil colores,
aquellos de dulce sabor a descaro,
de pungencia anónima e inocente sin razón,
acarícienme la boca con incoherencia;
a la impaciencia déjenla rondar.
Despoja la actitud de vencedor a mis victorias,
domina el andar que me justifica y enaltece...
Arráncame de las entrañas el exquisito jadear
de nuestra euforia mal contenida y bien nutrida,
de esta pasión ávida que asoma, gime y crece.
Que el retorcido presente que se nos obsequia
se tenga bien sabido mientras no sepa callar...
¡Hasta que la decencia regrese no hagas más que lo que te apetece!
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1 comentario:
he estado leyendo varios de tus poemas y este me gusto mucho
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