1.30.2008

..entender..


No es que te necesite, sólo quiero verte.
¿Puedo tomar tu tiempo para siempre?
¿Qué es lo que busco? Ni mi corazón entiende...Sólo pretende y presume que lo ha encontrado en tí, en tu pesar, en tu andar, en tu ser...
Queriendo adueñarse de tu forma de vida
está mi razón -de ser-, mi príncipe inhibido, ¿no lo entiendes?
Esta indiferencia que se mal finge me está sacando de quicio porque actúas, tocas, robas y tomas, aclarando nunca lo que sientes. De cierta forma siempre mientes.
¿Por qué no quieres? Tampoco es un favor.
Estás aguantando el deseo,
se te nota en el mirar, el sonreír, el preguntar...
No me iré a ninguna parte, te lo prometo con todo el candor que en mi cuerpo habita.
Por tí, ¡por tí!, por tí quiero perderme para lo que queda del mundo, la longevidad de una estrella, incluso para cuando ya no estemos más.
Mírame, ¡mírame!...Aquí estoy, esperando y esperando.
¿No te basta? Qué inconforme. Pero más no puedo darte...
...¡Porque no tengo, porque no me alcanza...!
N
i el sentir, ni el gozar, ¡ni la vida!
Te concedo la prioridad de mi existir por sobre todo lo que me interesa. Es un deseo que no puedo reprimir, ni expresar como quisiera.
¡Cómo quisiera pertenecer a ese universo intangible de tu vida!
Amor de mis desgracias, corazón de mis tristezas, te entrego lo que es de mí: despojo maltrecho y deshilado...desilusionado.
Sin embargo, aun reconociendo tus faltas a mi escasa moral, te quiero conmigo, te quiero a mi lado...la obsesión que me purifica porque ya te me has negado.
Es la dulce sensación de tu querer desviado
lo que me hace querer creer en tí, es la pasión que nos dio la unión -¡maldita ocasión!- lo que me ha creado la firmeza de carácter para poder seguirte viendo a los ojos con determinación de obtener algún día la aprobación que tanto busco, que al final...sí necesito.

No hay comentarios.: