2.02.2007
..confesión del descaro..
Te juro me encantas, malvado coqueto, lo juro.
Eres tan increíblemente inteligente y dedicado.
Puedes no ser, pero como me encantaría tenerte
sólo para mí un día solitario de Febrero
y soltarte en lo que queda del nunca, nunca jamás.
Quisiera sentir tu cuerpo sobre el mío,
dejando tu esencia entrelazada con cada vello de mi piel.
Tus manos entre mis cabellos, tu boca secuestrandome la razón.
Quiero tomar mi tiempo, sin pena, sin ansia...
¡Pero que no siento más que flamas!
Te deseo como no he deseado a nadie...
...o quizá por tu bien sólo a pocos.
La honestidad no es mi fuerte,
me refiero al extremo descaro de soñar contigo,
hablar contigo, pensar contigo cuando estés en mí.
Déjame probar, yo quiero explorar.
¡Ah, pero ven conmigo! Es que eres tan especial...
Al verte y pensar todo esto, tenerte tan cerca,
mi cara se inflama, mi corazón estalla,
mi nombre y el tuyo se llaman.
Quiero ser tu todo, ahora, por siempre y mañana.
Tu mundo entero...
Ámame con locura, envuélveme con pasión,
llename de lujuria el cuenco que espera en el buró;
como a nadie más, o quizá por mi bien, como a pocas.
Hazme olvidar con un dejo de emoción la vida que antes tenía,
que difumino estando contigo, que cuando despierte tendré...
No me hagas volver, no quiero regresar.
¡De tu calor no me quiero alejar!
Dame todo lo que tienes,
desfallece entre mis brazos por favor,
¡te lo ruego, escucha y comprende mi confesión!
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario