No, no entiendes.
¿Para qué quieres saber?
No es que siempre me muestre reacia a contarte,
es que tú jamás escuchas sinceramente...
Cada que te digo algo te echas a reír,
así ¿cómo quieres que confíe en tus sonrisas,
si con todas te burlas de mí?
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